Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han puesto a prueba su último robot de combate no tripulado, que podría efectuar operaciones de vigilancia, reconocimiento y ataque.
El llamado Sistema Robótico Modular Armado (MAARS, por sus siglas en inglés), desarrollado por la empresa británica Qinetiq, es un aparato que funciona de forma autónoma y podría ser utilizado en enfrentamientos terrestres, según informó el diario británico The Daily Mail.
Este nuevo robot está equipado con una ametralladora de tamaño medio M240B, que podrá contener unas 240 balas y cuatro lanzagranadas M203.
Las cámaras instalas en MAARS también proporcionan una visión de 360 grados al operador que maneja el aparato desde un punto remoto. El autómata también cuenta con un puntero láser, dispositivos de visión infrarroja y nocturna, y un sistema de comunicación bidireccional.
Asimismo, es capaz de llevar una carga de hasta 160 kilogramos, lo suficiente para trasladar a un soldado herido con todo su equipo fuera del campo de batalla.
De hecho, este robot de combate fue creado para disminuir las bajas causadas por fuego enemigo durante las operaciones militares, aunque el objetivo principal de su creación es aniquilar a las tropas rivales.
La presentación de este nuevo robot se produjo meses después de que la Defensa de Rusia pusiera a prueba nuevos vehículos de combate armados con ametralladoras y lanzacohetes, así como robots exploradores de reconocimiento de clase ligera.
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