Cuando las primeras computadoras personales se ubicaron en los escritorios de las oficinas y hogares, también se hicieron diversas amenazas a nuestra seguridad y privacidad, tales como virus y malwares. Al principio, la mayoría de las veces se trataba de ingenuas bromas que provocaban un susto tremendo, o algún pequeño daño, pero que no pasaban a mayores.
Pero con el correr de los años, el malware y los virus se han vuelto, además de mucho más eficaces, más peligrosos, ya que han cambiado su accionar, ya no buscan asustar ni provocar en la personas reacciones, ni el reconocimiento de sus desarrolladores, simplemente ha sido redirigida su función para obtener de nosotros todos los datos que tenemos almacenados en computadoras y dispositivos móviles para extorsionarnos, robarnos o cualquier otra intencionalidad criminal posible. En este sentido, una de las herramientas más implementadas por los desarrolladores con mentalidad criminal es el llamado malware, que si bien seguramente hemos escuchado hablar de ello, es posible que no estemos al tanto completamente de sus alcances y peligrosidad.
Es por ello que en este artículo conoceremos un poco más a fondo todo lo relacionado con esta amenaza, y estar prevenidos en caso de que sus tentáculos nos alcancen. El malware es un hecho de todos los días. Cada vez que abrimos un correo electrónico, una imagen o un software descargado de Internet estamos expuestos a su accionar. Algunos de nosotros seguramente ya lo hemos padecido, y hemos sufrido hasta encontrar una solución limpia, que no nos obligara a formatear toda la PC y perder todo su contenido, además del tiempo necesario para restituir todo a su habitual ubicación. Otros no han tenido este problema, y es debido a que tienen mucha suerte o simplemente toman todos los medidas necesarias para que eso no ocurra.
¿Pero qué es y por qué es tan peligroso el malware? El malware es un tipo de software, es decir un programa, diseñado específicamente para provocar daños como el robo de información, modificaciones a los archivos del sistema operativo para tomar el control total del mismo y cualquier otro tipo de perjuicio, en cualquier tipo de sistema informático, incluyendo centros de datos, computadoras personales y dispositivos móviles, entre otros. Esto lo hace obviamente sin el consentimiento del propietario del equipamiento en cuestión. Un malware puede provenir de incontables fuentes: pendrives, unidades de almacenamiento externas como discos y CDs, archivos de internet, y los portadores pueden ser archivos comprimidos, aplicaciones ejecutables, imágenes, video, audio y mucho más. También una de las más importantes y peligrosas fuentes de malware son las redes de descarga como el torrent, el eMule o similares, o las páginas de descarga de contenidos. Es por ello que al descargar desde estas redes o visitar estos sitios debemos ser extremadamente precavidos con lo que bajamos.
El término malware proviene del inglés, específicamente de la contracción de dos palabras: "Malicious" y "Software", y es la principal terminología utilizada tanto por profesionales como neófitos para referirse a este tipo de software problemático. Y existen demasiadas variantes de malware, virus, keyloggers, gusanos, crimeware, worms, troyanos, scareware, spyware, adware y muchos otros. Además, todos los días se desarrolla uno nuevo, lo que hace prácticamente imposible una lucha de igual a igual con ellos.
(*): Ingeniero Informático
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