Un equipo de investigadores de la Facultad de Física de la Universidad de Varsovia creó un microrobot de inspiración biológica capaz de reproducir la forma de andar de las orugas a escala natural.
El robot blando, de tan solo 15 milímetros de largo, recoge energía de la luz verde y está controlado por un rayo láser modulado espacialmente. Aparte de viajar sobre superficies planas, puede también escalar pendientes, pasar a través de aberturas pequeñas y mover objetos 10 veces su peso, y aunque resulte de ciencia ficción, se trata de un microrobot que puede ser usado para investigación experimental, pero también para el rescate de personas en catástrofes naturales o incluso para espionaje.
El microrobot está fabricado con elastómeros de cristal líquido (LCEs, por sus siglas en inglés), materiales inteligentes que cambian de forma cuando se expone a la luz visible. Su cuerpo se contrae como una oruga y forma olas para impulsarse hacia adelante.
Según los expertos, la importancia de estas pequeñas orugas robóticas es que pueden sentar las bases para la construcción de nanorobots o bien desarrollar equipos que puedan tomar distintas formas, dependiendo de las condiciones.
”El diseño de robots blandos exige un paradigma completamente nuevo en su mecánica, fuente de alimentación y control. Apenas estamos comenzando a aprender de la naturaleza y cambiar nuestro diseño para acercarnos a la idea que surgió sobre la evolución natural (de las especies)”, indicó Piotr Wasylczyk, jefe del proyecto.
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