Medio siglo después de la emisión del primer episodio, podemos decir que muchas de las profecías tecnológicas que anticipó se hicieron realidad. Y es que algunas de las tecnologías que el capitán Kirk (William Shatner) y el señor Spock (Leonard Nimoy) nos mostraban capítulo a capítulo, tremendamente innovadoras para la época, ya forman parte de nuestro día a día.
El primero es el teléfono móvil y es probablemente el invento más famoso que Star Trek adelantó a su tiempo. De hecho, su inventor, Martin Cooper, reconoció abiertamente que tuvo la idea luego de ver uno de los capítulos de la serie futurista. Ahora, ese aparato tecnológico se ha convertido en una herramienta indispensable.
La segunda es la computadora personal. Cuando Star Trek se estrenó, las computadoras eran enormes y tenían precios desorbitados. La idea de poder tener una computadora personal que pudiéramos usar cada día era completamente descabellada. Pero Roddenberry creó un mundo en el que las computadoras eran fundamentales para muchas actividades de la vida cotidiana y se encontraban en salas de reuniones y donde sea.
Poco después de que Star Trek dejara de emitirse se hizo realidad con la creación de la primera computadora personal de la historia. Y evolucionó con el tiempo hasta desprenderse de los cables, algo que también vaticinó Star Trek.
La tercera es la tableta. Cuando el capitán Kirk firmaba asuntos importantes, utilizaba un aparato muy similar a lo que hoy conocemos como tableta. En 1989 aparecería la primera tableta comercial, que no tuvo mucho éxito de mercado, pero que dos décadas más tarde se convirtió en la popular iPad de Apple.
Kirk utilizaba un lápiz de plástico que hoy sería el puntero de la tableta. Y, por supuesto, la pantalla era táctil.
La cuarta es el escáner médico. Gracias a un pequeño dispositivo, el doctor McCoy era capaz de realizar un diagnóstico sin necesidad de abrir el cuerpo de una persona. Era una especie de resonador portátil, premonitorio de la Tomografía Axial Computarizada (TAC) -el escáner médico- y también de la resonancia magnética o de otro tipo de aparatos de diagnósticos por imágenes a través de radiación X.
Al doctor McCoy este instrumento le cabía en la palma de la mano; hoy la tecnología existe en máquinas de gran tamaño. Pero el funcionamiento es prácticamente idéntico. McCoy también utilizaba un "tricorder”, un sofisticado dispositivo portátil para escanear y analizar datos médicos, haciendo diagnósticos completos en tan sólo segundos. Ese dispositivo como tal todavía no existe, pero varios investigadores llevan años trabajando en ello. Tiempo al tiempo.
El quinto fue el GPS. Viajar en Star Trek era posible a través de un transportador. Y, aunque hoy no somos capaces de desmaterializarnos y teletransportarnos, sí utilizamos una tecnología similar a la que utilizaba el transportador para llegar a determinados planetas (aunque nuestros viajes no son interplanetarios). Nuestro GPS utiliza sistemas de localización bien similares a los de la futurista máquina que ideó Roddenberry en la década de 1960.
Nos permite saber nuestra ubicación exacta y nos da coordenadas para llegar a los lugares que queremos. Nada que envidiar al teletransportador, tan sólo la idea de poder teletransportarnos.
¿Será posible algún día?
La sexta son las memorias USB. Lograr acumular datos en un dispositivo diminuto no podía ser algo más abstracto en los 60. En la nave de Star Trek utilizaban pequeños discos cuadrados y planos de 7 centímetros que se insertaban en la computadora central. Y eso es precisamente para lo que servía el disquete. Hoy, utilizamos memorias USB que nos permiten guardar gigas de información. Y que conectamos a nuestros PC a través de una clavija, de la misma manera que lo hacía Spock.
La séptima son las pantallas de plasma gigantes. Los monitores del Enterprise eran pantallas planas de gran tamaño. Ese concepto fue revolucionario en una época en la que las televisiones de las casas tenían un tamaño muy reducido (y no eran planas). Ahora los televisores de plasma son más grandes.
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