Samsung Electronics suspendió las ventas y anunció una revisión en todo el mundo del Galaxy Note 7, su recién lanzado "phablet" de alta gama, por la presencia de baterías defectuosas que causaron igniciones (incendio, quema) en algunos de sus terminales.
"Hemos decidido suspender las ventas del Note 7 y ofrecer terminales nuevos de recambio a todos los clientes que los soliciten", explicó Koh Dong-jin, director de la división de telefonía móvil de la empresa, en una rueda de prensa en Seúl. El directivo reconoció que muchos usuarios del nuevo "phablet" podrían estar "preocupados" por la posibilidad de que su terminal se queme durante el proceso de carga, tal y como ocurrió en varias ocasiones desde su salida al mercado hace menos de dos semanas.
"Si se acercan al servicio técnico, tenemos un software para comprobar si hay problemas en el teléfono. Durante la revisión pueden utilizar un terminal de cualquiera de los otros modelos disponibles", afirmó Koh.
El ejecutivo indicó que, dependiendo del país, el proceso de revisión y canje podría durar y está en función a la disponibilidad de recambios, aunque prometió "la mayor rapidez posible" en el proceso.
"Samsung pide sinceras disculpas a todos los clientes por la ignición de baterías ocurrida poco después del lanzamiento".
El Galaxy Note salió a la venta en 19 de agosto.
El problema de baterías inflamables surgió en 24 de cada millón de unidades del Galaxy Note 7.
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