13 febrero 2017

Videovigilancia

Diferentes expertos en ciberseguridad han advertido durante años que los hackers pueden espiar a cualquiera secuestrando a distancia su computadora o su smartphone. Hace un par de semanas, el director del FBI, James Corvey, reconoció lo siguiente: “Puse un trozo de cinta adhesiva sobre la cámara porque vi que alguien más inteligente que yo tenía un trozo de cinta adhesiva sobre su cámara”.

Cubrir la cámara no es nada nuevo, al menos para los que ya tenían ciertas nociones sobre cómo funciona internet. La analista de Electronic Frontier Foundation (EFF), Eva Galperin, ha dicho que desde que compró su primer portátil con webcam incorporada, un Macbook Pro de 2007, el objetivo ha estado tapado. Es en el año 2013 cuando el fenómeno se populariza y EFF comienza a vender pegatinas bajo el slogan “tecnología antivigilancia inhackeable”.

¿Estamos siendo víctimas de la paranoia? La respuesta no está clara, pero sabemos que este tipo de espionaje no es ciencia ficción. Un equipo de investigadores demostraron en el 2013 que se podía activar la cámara de un Macbook sin encender el LED verde. En la misma línea, los registros de agencias gubernamentales como el FBI demuestran que las autoridades también saben cómo espiar a los usuarios.

Cuando se le preguntó al experto en cifrado de la Universidad John Hopkins, Matthew Green, por qué no tapaba su cámara respondió: “porque soy un idiota”. “No tengo ninguna excusa para no tomarme esto en serio, pero supongo que verme desnudo al final del día es bastante castigo [para los ciberdelincuentes]” bromeó Hopkins.

Con todo, este debate tiene varias caras. Amazon, por ejemplo, ha tenido enorme éxito vendiendo su asistente inteligente Echo, un dispositivo que registra todo lo que su dueño dice. En febrero de este año, el director del servicio de inteligencia estadounidense, James Clapper, explicó en el Congreso cómo se podía aprovechar el “Internet de las cosas” para “la identificación, vigilancia, monitoreo, tracking… o para obtener el acceso a las redes sociales o credenciales de los usuarios”.

El derecho a la intimidad y la privacidad de los usuarios está seriamente comprometida en un mundo donde la información es parte del negocio. Es un asunto complejo en el que intervienen los intereses de los usuarios, de los gobiernos y de las empresas tecnológicas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario