14 marzo 2017

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El año pasado, 2.371 estudiantes en etapa escolar se embarazaron en Bolivia; Santa Cruz encabeza la lista con 798 casos y sigue Cochabamba con 527, según datos del Ministerio de Educación. Bolivia, al igual que otros países, afronta el problema del incremento de embarazos de adolescentes. La edad incluso se reduce; hay escolares de 12 años que dan a luz, de acuerdo con informes oficiales.

El Gobierno y las direcciones de educación advierten que la tasa de deserción escolar en estudiantes gestantes o que ya han tenido a sus hijos va en aumento.

El proyecto de ley del sistema penal plantea que se permita el aborto si la mujer es estudiante.

Según algunos estudios, el embarazo en edad prematura se constituye en un problema social, considerando que tiene serias consecuencias en la salud de la madre y del recién nacido, pero además está relacionado con la deserción escolar, pese a que en Bolivia existen políticas de apoyo para las estudiantes embarazadas para que concluyan con sus estudios.

“La incidencia innegablemente está mostrando una tendencia creciente, es una problemática mundial, es una problemática de América Latina que tiene componentes de un problema social agudo y uno de los prioritarios, así se lo ha planteado en muchos eventos internacionales”, dijo el ministro de Educación, Roberto Aguilar, quien señaló que existe un programa de acompañamiento para coadyuvar e incorporar dentro de unidad educativa elementos de educación sexual y reproductiva que figura en la currícula, aunque otras instituciones del Estado también trabajan en el tema.

Explicó también que entre la drogadicción, alcoholismo y el bullying, el tema del embarazo en unidades educativas es el que tiene una mayor incidencia.

Aguilar señaló también que la edad promedio de embarazos oscila entre los 15 y 16 años. Sin embargo, “se han identificado casos extremos de hasta 12 años, algunos casos vinculados a situaciones de violación,” y otros que proviene de una relación sentimental prematura.

En ese marco, este problema cada vez se hace más serio considerando que el número de adolescentes embarazadas va en aumento, según un estudio que realizó el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) en 14 ciudades de Cochabamba, Potosí, Chuquisaca y La Paz; el cual fue presentado el año pasado.

La fecundidad de la población femenina boliviana en general ha descendido notablemente desde los años 70, sin embargo, en las mujeres del grupo de edad de 15 a 19 años no se registró un aumento, el porcentaje de adolescentes entre 15 y 19 años que ya son madres o están embarazadas por primera vez ha aumentado en el país, de 14 por ciento en 1998 a 18 por ciento en 2008, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de esos dos periodos.

El estudio del Unfpa señala también que el embarazo en la adolescencia trae como consecuencia mayores riesgos de salud a los que se exponen la madre joven y el recién nacido. Por otra parte, se constituye en un factor para la deserción escolar ya que la maternidad puede interrumpir la educación de las madres adolescentes por el cuidado que requieren los recién nacidos. Además, el embarazo en la adolescencia es más frecuente entre las adolescentes con bajo nivel de educación.

Por lo mismo, Unfpa sugiere que considerando que la tasa de matriculación en el sistema educativo es alta y que la escuela es la principal fuente de información para las y los adolescentes, las intervenciones de prevención del embarazo tendrían que iniciarse en el nivel primario como parte de la formación de mujeres y hombres. Incluso, se recomienda proveer información sobre salud sexual y reproductiva a los padres y madres de familia, ya que en muchos casos, ellos desconocen cómo informar a sus hijas e hijos.

El Artículo 108 de la Resolución 001/2017 del Ministerio de Educación prevé que las unidades educativas realicen actividades curriculares y ferias educativas relacionadas con la prevención de: embarazo en adolescentes, VIH/SIDA e ITS, trata y tráfico de personas y uso indebido de drogas, entre otras temáticas.

Sin embargo, la expresidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, Yolanda Herrera, considera que además de incluir en la currícula el tema de educación sexual es necesario hacer una campaña “agresiva” por los distintos medios de comunicación.

“Yo creo que podía ser campañas más agresivas, más humanas con más inversión en recursos con estrategia de criterios” para que llegue a los niños y jóvenes.



COMUNIDAD EDUCATIVA DEBE APOYAR LA CONTINUIDAD ESCOLAR

Una colegiala embarazada no puede ser expulsada o discriminada por el hecho de estar en gestación, de acuerdo al Artículo 107 de la Resolución Ministerial 001/2017 que está enmarcada en el Código Niño, Niña y Adolescente y la Ley Contra el Racismo y toda Forma de Discriminación.

“Ella no tiene porque pagar las consecuencias” de un situación que la sociedad no ha podido enfrentar, señaló el ministro de Educación, Roberto Aguilar, por lo mismo, desde el Gobierno se ha establecido también mediante normativa que una estudiante tiene una licencia de maternidad de 90 días (45 días antes y 45 días después del parto). “No pueden regalarle nota pero sí tienen que acompañarla, apoyarla y hacer que continúe estudios dentro de las posibilidades que tiene y en situaciones extremas, obviamente ahí los factores médicos van a determinar cuál va a ser el tratamiento específico”, dijo Aguilar.

Señaló que la niña en condición de embarazo tiene un derecho prioritario de acceso a la educación.



CRITICAN LA MÚSICA Y BAILES QUE CONNOTAN VIOLENCIA SEXUAL

Ausencia familiar y falta de educación sexual son las principales causas

La desintegración familiar y la orientación en temas de sexualidad son los principales factores que influyen en los embarazos en la adolescencia, según dijo el ministro de Educación Roberto Aguilar.

Señaló que la disfuncionalidad familiar provoca que una niña y un niño no tengan orientación, ni el acompañamiento de los padres por lo que encuentran espacios de soledad y comienzan a establecer relaciones continuas entre adolescentes, “o sea, la ausencia del cariño de la familia es reemplazada por la presencia de un cariño precoz de la pareja”.

Esto después deriva en una relación sentimental que atraviesa el desarrollo y cambio de actitudes, comportamientos y el propio cuerpo de los menores “que genera condiciones para que se pueda presentar un embarazo adolescente”. El segundo factor es la educación sexual y reproductiva; Aguilar señaló que no siempre es bien recibida por los mismos padres y madres que cuestionan este tipo de contenidos. “Están influyendo a mi hijo, lo están incitando, están mostrando cosas indebidas, eso es pornografía (señalan los padres) cuando se muestra cómo utilizar un condón por ejemplo”, dijo.

En este caso, la expresidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Yolanda Herrera, dijo que es necesario que el Estado insista en este tema porque es fundamental para que los menores conozcan las consecuencias de no asumir con responsabilidad el tema de las relaciones sexuales.

Sin embargo, según Aguilar, un tercer factor también influyente son los relacionados con elementos externos como los temas de medios de comunicación, la música y tipos de baile vinculados al componente de violencia, violencia hacia la mujer y violencia sexual.

Entonces, señaló que “sea caricaturas, sea música, sea película, formas de danza que están mercantilizadas o cualquier otro componente, siempre va a generar un nivel de información que si no es procesada adecuadamente puede distorsionar”.

Herrera agrega que las políticas públicas deberían frenar esta situación de mensajes de violencia e incluso asumir acciones penales contra los responsables.

“Deberíamos sancionar a estos compositores de música agresiva, que además disminuye el valor del ser humano”, indicó Herrera.


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