Robots recepcionistas, autómatas que asisten a personas mayores o profesores androides, lejos de competir con humanos por un empleo pueden convertirse en la solución para Japón, un país con más puestos de trabajo que personas dispuestas a ocuparlos, según EFE.
A pocos kilómetros del centro de Tokio, junto al parque temático Disneyland, dos dinosaurios políglotas reciben a los huéspedes del "Henn-na Hotel" ("hotel extraño" en japonés), sin ningún humano a la vista.
En cada una de las 100 habitaciones, la pequeña "Tapia" -un robot de sobremesa- se pone a las órdenes de sus huéspedes. Una simple petición, pronunciada en inglés o japonés, la lleva a encender o apagar la luz y la televisión o a dar la previsión del tiempo.
Un hotel de estas características -cuyo precio por habitación doble se sitúa entre los 127 y 273 dólares- consigue reducir el número de empleados necesarios a la mitad, dicen sus responsables.
Un estudio del Foro Económico Mundial predijo, en 2016, que la normalización del uso de robots e inteligencia artificial en el mercado laboral conllevaría la pérdida de más de 5 millones de puestos de trabajo en los 15 países más desarrollados del mundo de aquí a 2020.
En particular, los robots y sistemas de inteligencia artificial podrán desempeñar la mitad de los empleos disponibles en Japón para 2030, según otro informe publicado a finales de 2015 por el centro nipón de estudios Nomura Research Institute.
Determinados empleos basados en el análisis de datos o en las operaciones sistemáticas podrían ser realizados con más facilidad por máquinas, como es el caso de recepcionistas, operarios de fábricas o guardias de seguridad. De hecho, la entrada de los robots en el mercado laboral podría solucionar la escasez de mano de obra en Japón, donde de 148 puestos de trabajo disponibles solo hay 100 demandantes.
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