IBM ha presentado en sociedad su procesador cuántico, el más potente que se ha desarrollado hasta la fecha, una solución de 16 qubits que ya está totalmente terminado y listo para empezar a funcionar “fuera del laboratorio”.
La situación de la computación cuántica fuera del laboratorio es todavía muy delicada, aunque debemos reconocer que gracias al duro trabajo de gigantes como IBM se han conseguido avances importantes que poco a poco se han ido dejando notar.
El procesador de 16 qubits es de una tercera generación que supera ampliamente a la anterior, ya que aquella estaba limitada a una capacidad máxima de 5 qubits.
Es imposible hacer una conversión directa de rendimiento en qubits a valores dentro de la informática estándar, pero para que tenga una idea aproximada de sus posibilidades podemos hablar del volumen cuántico del mismo.
Se trata de un sistema propuesto por IBM para medir el rendimiento de un procesador cuántico utilizando no sólo los qubits que puede manejar sino también la calidad de los éstos. Al hablar de calidad nos referimos a la tasa de error que registra un procesador, de manera que si se incrementan los qubits y también crecen los errores el rendimiento total no sólo puede quedar estancado sino que además puede llegar a reducirse.
En este caso hablamos de 16 qubits de volumen cuántico, es decir de rendimiento real, lo que significa que el nuevo procesador cuántico de IBM ha conseguido triplicar de forma efectiva el rendimiento de la solución anterior de 5 qubits.
Junto a ese procesador IBM ha confirmado que está trabajando en otro con 17 qubits, y que espera poder lanzar al mercado una solución de 50 qubits dentro de “unos pocos años”.
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