El sector de las telecomunicaciones de Bolivia se ha dinamizado por cambios en la legislación a partir del inicio de este milenio. Actualmente está formado por un sector cooperativo, que engloba a 15 cooperativas en ciudades capitales e intermedias, y por un segundo grupo de empresas privadas (TIGO y VIVA) y la estatal ENTEL.
Los estados financieros de las 15 cooperativas de telecomunicaciones arrojan déficits, frente a los resultados positivos de TIGO, VIVA y ENTEL. En síntesis, el sistema cooperativo de telecomunicaciones se caracteriza por ser deficitario, pero no se puede considerar que se deba solamente a problemas de aplicación de tasas de depreciación elevadas y cargas salariales excesivas, que también son aplicadas por ENTEL, TIGO y VIVA.
La única explicación admisible para estas diferencias en el desempeño económico se la puede atribuir a la restricción impuesta por la Autoridad de Transportes y Telecomunicaciones (ATT), en lo referido a la participación del sistema cooperativo en el servicio de telefonía móvil y un espectro reducido en el servicio de internet.
Según la ATT, las utilidades de las empresas de telefonía móvil, en la gestión 2006, ascendían a 64,52 millones de dólares. Una década después se ubicaban en 200,38 millones de dólares. De la misma forma, hasta septiembre de 2016 la conexión a internet a través de telefonía móvil alcanzó las 6.460.215 interconexiones de un total de 6.737.415, representando un 95.89% del total.
Como se advierte, las ganancias por telefonía móvil, y por ende internet, no nutren a las cooperativas de telecomunicaciones. La ATT justifica el impedimento de participación del sistema cooperativo en el sector de telefonía móvil y la no ampliación de servicios en “datos móviles para internet” con una posible saturación, que reduciría las ganancias y derivaría en problemas económicos a este sector, considerando que el número de operadoras óptimo para el mercado boliviano es tres (VIVA, ENTEL y TIGO).
Sin embargo, no considera que existe la viabilidad técnica debido a que solamente se están usando dos de los cuatro bloques de la banda de 900 megahercios (MHz). Además, no toma en cuenta que en otros países vecinos con menor población al nuestro, el número de operadoras de telefonía móvil es mayor a tres.
Las empresas, al tener un mayor crecimiento, tienden a generar monopolios que repercuten negativamente en la innovación y la calidad del servicio.
Según el Foro Económico Mundial, que publica el estudio del Ranking Global de Tecnología e Información, los precios del minuto de internet ubican a Bolivia en el puesto 106; los de telefonía móvil, en el puesto 126; baja competencia en el mercado de telecomunicaciones, puesto 130, entre otros. Considerando todos los aspectos, Bolivia está en el puesto 111 de un total de 175 países.
Los altos costes en las tarifas de internet y la telefonía móvil son causa de la poca inversión en infraestructura y la reducida competitividad en los mercados.
Actualmente, la totalidad de las cooperativas de telecomunicaciones tienen una liquidez envidiable y la solvencia financiera para asumir el reto de participar en estos servicios. Si se da la eventualidad de una liberalización real de este sector, donde se incluya el sector cooperativo de telecomunicaciones, se lograría un incremento sustancial de las inversiones de capital en la infraestructura de telecomunicaciones, mejorando la calidad del servicio y reduciendo los precios de las tarifas de los servicios.
La competencia debiera ser el principio más importante para la ATT, porque genera más y mejores servicios a menor costo. En algunos países, como en Bolivia, los contratos de exclusividad o las barreras más o menos obvias siguen apuntalando el monopolio público o privado, que genera el retraso económico, educativo y tecnológico del país en su conjunto.
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