La ropa de camuflaje sirve para mezclarse con su entorno. Pero el camuflaje térmico, o sea aparentar tener la misma temperatura que el entorno, es mucho más interesante. Ahora unos investigadores han desarrollado un sistema que puede reconfigurar su apariencia térmica para integrarse en cuestión de segundos al ambiente circundante y ante temperaturas variables.
La mayoría de los dispositivos de visión nocturna avanzados están basados en visualización térmica. Las cámaras térmicas detectan la radiación infrarroja emitida por un objeto. Dicha radiación se incrementa con la temperatura del objeto. Cuando se les observa a través de un aparato de visión nocturna, los humanos y otros animales de sangre caliente destacan frente al fondo más frío. Con anterioridad, los científicos han intentado desarrollar camuflaje térmico para varias aplicaciones, pero se han topado con problemas como una velocidad lenta de respuesta, una falta de adaptabilidad a diferentes temperaturas y la necesidad de usar materiales rígidos.
El equipo de Coskun Kocabas y Omer Salihoglu, de la Universidad Bilkent en la ciudad turca de Ankara, se propuso desarrollar un material flexible, veloz y rápidamente adaptable, para un revestimiento de camuflaje térmico.
Y parece que lo ha conseguido. Su nuevo sistema de camuflaje contiene un electrodo superior con capas de grafeno y un electrodo inferior hecho de un recubrimiento de oro sobre nilón resistente al calor. Situada entre los dos electrodos se halla una membrana empapada con un líquido iónico, que contiene iones cargados positiva y negativamente.
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