Esta cámara se sitúa en la parte más alta del catálogo de cámaras compactas de Canon, cuenta con algunas características heredadas de las cámaras réflex y sin espejo del fabricante. Está equipada con el procesador de imagen DIGIC 8 y es capaz de hacer ráfagas de hasta 10 fps. Cuenta además con estabilización de imagen en cinco ejes, sensor CMOS de 20,3 megapíxeles y la opción de grabar vídeo con resolución 4K.
Teniendo en cuenta que ofrece un zoom óptico de 40x, la Canon PowerShot SX740 HS es sorprendentemente compacta.
Al ser una cámara compacta, tenemos controles bastante sencillos. En la parte superior encontramos el botón de encendido, la rueda de modos, el botón de grabar vídeo y una pequeña palanca que podemos mover a izquierda y derecha para hacer zoom.
La parte posterior está dominada por una pantalla de 3 pulgadas. Es una buena pantalla, con una resolución de 922.000 píxeles, pero no es táctil. No entiendo como en una cámara compacta de gama alta Canon ha optado por poner una pantalla que no sea táctil.
La pantalla se puede inclinar 180 grados, pero no es completamente articulada.
En la parte trasera, bajo el pequeño espacio para colocar el pulgar, tenemos los diferentes botones de control. El primer botón es para decirle a la cámara en qué posición debe iniciarse. A su lado tenemos el botón de WiFi y bajo ellos la rueda de control. Esta también se puede utilizar como cruceta e incluye el control de exposición, el flash, la información de pantalla y el enfoque manual. Al final del todo tenemos los botones de Play y Menú.
En el lateral derecho, mirando la cámara desde atrás, tenemos una pequeña tapa que esconde el HDMI y el USB. La batería y la tarjeta de memoria se colocan por la parte inferior. Y justo al lado tenemos una rosca de 1/4 para poder poner la cámara en un trípode.
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