La Fiscalía del Tribunal de Cuentas de España estableció indicios de delito en las cuentas electorales de Podemos por un contrato que firmó ese partido español con la consultora mexicana Neurona. Es la misma empresa que entre 2017 y 2018 se adjudicó, por invitación directa del gobierno del MAS, ocho contratos por 12,4 millones de bolivianos. Por este caso hay un proceso por corrupción y daño económico al Estado, que no avanza.
La empresa del mexicano César Hernández Paredes, autoidentificado como “activista de izquierdas latinoamericanas”, firmó un contrato por 363.000 euros (unos 400.000 dólares) por “cobertura gráfica y audiovisual” y “spots publicitarios” con Podemos para las elecciones del 28 de abril de 2019 en España.
Al Tribunal -que fiscaliza el dinero público de subvención que reciben los partidos españoles para sus campañas- le levantó sospechas la falta de especificaciones de los productos pagados a Neurona. Tras una investigación, estableció la semana pasada que hay indicios de responsabilidad penal en las cuentas electorales de Podemos, pero recomendó “la necesaria y ulterior investigación” del caso.
Reportaje publicado el miércoles en la prensa de España.
Podemos es el partido de la izquierda española, liderado por Pablo Iglesias, que respaldó al gobierno de Evo Morales. De hecho, Iglesias fue condecorado en 2017 por el entonces Mandatario boliviano con la medalla “Marcelo Quiroga Santa Cruz”.
En España, Neurona ha sido vinculada también con otro fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, quien trabajó con César Hernández en esa consultora. Además, el profesor de la Complutense y el empresario ciberizquierdista son parte del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), que tiene como parte de su Consejo Consultivo al exvicepresidente Álvaro García Linera.
En España como en Bolivia
Llamó la atención al Tribunal de Cuentas que la empresa mexicana contratada por Podemos para la elecciones hubiera sido creada en España apenas un mes antes de las elecciones del 28-A. Neurona Comunidad S.L. fue constituida en marzo de 2019 con un capital de 3.000 euros, en el pequeño municipio sevillano de Carmona.
Firma como responsable César Hernández Paredes, el mismo que obtuvo millonarios contratos en Bolivia con una empresa creada en enero de 2017 con un capital de 5.000 dólares, según consta en el Registro Público de Comercio de México. Tanto en nuestro país como en España, Neurona obtuvo contratos expeditos y jugosos.
Redes de Neurona en España ocupan primeras planas.
En ambos países, la consultora elaboró productos audiovisuales cuyo número no ha sido determinado. En el caso de Podemos se detectaron anomalías por “la falta de valoración individualizada de los servicios contratos”.
En Bolivia, el Gobierno de Morales pagó a Neurona Consulting 1,5 millones de dólares por 169 minivideos, de entre 30 segundos y dos minutos, según estableció el periódico español El Mundo en enero, datos que antes no habían sido oficializados en el país. El costo promedio de cada minivideo para redes sociales fue de 8.800 dólares, cuando un producto de esa naturaleza no pasa de 500 dólares, según conocedores locales del medio publicitario.
En México y Ecuador
Mientras alistaba maletas para irse de Bolivia y alquilaba departamento en Madrid, Hernández también lograba contratos en Ecuador. Neurona tiene su sede en la misma dirección de la CELAG de Quito, de acuerdo a un reportaje del periódico Primicias.
“En Ecuador, Neurona trabaja desde 2016. Lo hace con otro nombre: la razón social de la empresa es “Consultorianeurona S.A.”, pero tiene los mismos accionistas que la oficina principal, en México. La firma fue constituida el 15 de noviembre de 2016, en una notaría en Quito, meses antes de la campaña electoral para las presidenciales de 2017”, precisó el reportaje del medio ecuatoriano.
En México, Neurona Consulting recibió entre 2017 y 2019 al menos 4 millones 530 mil pesos por contratos obtenidos de partidos de izquierda en campañas electorales, según publicó el diario mexicano Milenio.
César Hernández llegó a Bolivia en 2014, presentándose como “activista” y director de la empresa Argos, que mantenía el portal Revolución 3.0. Los miembros de esa plataforma dieron cursos y capacitaciones, entre cuyos destinatarios estuvieron funcionarios públicos y “guerreros digitales”.
La empresa mexicana también acreditó haber trabajado en la campaña de Evo Morales para las elecciones generales de 2014. Luego vinieron más contratos.
El caso de Neurona en Bolivia fue portada de El Mundo.
Contratos y proceso en Bolivia
Sin experiencia y sin rubro específico, la firma mexicana Neurona Consulting se adjudicó al menos ocho contratos directos del Ministerio de Comunicación en la gestión de Gisela López (2017-2019), develó desde diciembre de 2018 una investigación de Página Siete.
Según el Sistema de Contrataciones del Estado (Sicoes), la primera adjudicación que obtuvo Neurona fue para la producción de 50 artes gráficas, dos videoclips y 15 spots de la campaña de la reivindicación marítima, a un costo de 1,5 millones de bolivianos. Según denunció entonces la oposición, el monto “no se justificaba por memes y postales”.
Otro contrato, por 257 mil bolivianos, estaba destinado a la elaboración de la estrategia comunicacional oficialista. Un tercero, por 758.946 bolivianos, estaba orientado a la producción de piezas comunicacionales a ser distribuidas en redes sociales y destinadas a posicionar “los logros” de la gestión del MAS.
Un cuarto convenio, el más oneroso, fue por 8,8 millones de bolivianos para la producción de decenas de videos, cartillas, ilustraciones, etc.
Con fondos públicos, el Gobierno de Morales también pagó a Neurona 783 mil bolivianos por la realización del filme El robo: cuando las leyes se escribían en inglés, basado en la investigación de una comisión parlamentaria sobre la privatización en Bolivia. El documental se estrenó en cines y se distribuyó en redes sociales en la etapa preelectoral. Hernández lo calificó como “punta de lanza” de la campaña masista.
Iglesias, líder de Podemos, condecorado por Evo en 2017.
En abril de 2019, el entonces ministro de Comunicación, Manuel Canelas, remitió a la Contraloría los ocho contratos suscritos con Neurona por 12,4 millones de bolivianos.
El 1 de mayo, en pleno escándalo, César Hernández publicó en sus cuentas de redes sociales fotos de 24 personas, todas con ponchos rojos, en un acto de la campaña masista de 2014. En los retratos posaban junto al mexicano el ahora exministro de Comunicación, Manuel Canelas; la exviceministra de Gestión Comunicacional, Leyla Medinaceli, y el exsecretario general de la Vicepresidencia, Héctor Ramírez, entre otros.
Entonces Hernández publicó: “Me siento orgulloso de ser parte de este grupo de Activistas Voluntarios Solidarios que tuvieron el privilegio de trabajar durante la Campaña presidencial de Bolivia el 2014. Gracias a ese contrato, con nuestra utilidad neta, pudimos financiar otros proyectos progresistas que se encontraban sin capital en otras partes del mundo”.
El 3 de diciembre de 2019, tras la renuncia de Evo Morales, la entonces ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, presentó una denuncia penal por corrupción y daño económico al Estado por los contratos directos con Neurona. La querella incluye a 23 personas, entre ellas la exministra Gisela López a quien denunció por “huir del país”.
Hasta enero, se había detenido con medidas cautelares a una decena de exfuncionarios por el caso. Con la pandemia, la investigación no ha presentado avances.
Neurona en Bolivia
La consultora mexicana Neurona Consulting se adjudicó por invitación directa del anterior Gobierno del MAS ocho contratos por 12,4 millones de bolivianos.
Hernández El director de Neurona Consulting es el mexicano César Hernández Paredes, quien se define como un “activista” de la izquierda . Llegó en 2014 para trabajar en la campaña del MAS.
5.000 El capital de la empresa mexicana, sin rubro definido ni dirección bien establecida, era de 5,000 dólares. Creada en 2017, no acreditaba la experiencia para obtener los contratos estatales que logró en Bolivia.
12,4 MM Una investigación de Página Siete reveló que entre 2017 y 2018 Neurona cobró Bs 12,4 MM por elaborar videos y una estrategia comunicacional.
Film Con fondos públicos, el pasado Gobierno también pagó a Neurona Bs 783 mil por el documental El robo: cuando las leyes se escribían en inglés estrenado en la campaña.
Auditoría Tras el escándalo, en abril de 2019, el entonces ministro de Comunicación, Manuel Canelas, remitió a la Contraloría los ocho contratos suscritos por el Gobierno con Neurona por 12,4 millones de bolivianos.
Proceso El 3 de diciembre de 2019 la entonces ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, presentó una denuncia penal por corrupción y daño económico al Estado por el caso Neurona.
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