En 2020, pese a la mayor demanda principalmente en el servicio de internet por la pandemia de la Covid-19, las empresas de Entel y Tigo reportaron menores ingresos y reducción de utilidades con respecto a 2019. Expertos los atribuyen a la mora en el pago por el servicio.
En el primer caso, la estatal reportó una utilidad neta de 531 millones de bolivianos, cifra inferior a los 921 millones de bolivianos, obtenidos en 2019, es decir un 42% menos.
Mientras que los estados financieros de la compañía Telecel (Tigo) reflejan que de captar una utilidad de 229,4 millones de bolivianos en 2019, el año pasado reportó una pérdida de nueve millones de bolivianos. Sus ventas disminuyeron en 7,8%.
En ambos casos se evidencian menores ingresos, a pesar de que en 2020 por la pandemia se tuvo que apelar al teletrabajo, regulado por el Decreto Supremo 4218, para el cual se debe tener una conexión de internet en los hogares.
De igual forma pasa con las clases virtuales para los estudiantes de escuelas, colegios fiscales y privados, y universidades, que actualmente pasan en esa modalidad, lo que hizo que se incrementara el uso de datos en el celular para la conectividad a internet o en el wifi en la computadora portátil.
Tigo menciona, en respuesta a un cuestionario enviado por este medio, que desde el inicio de la pandemia el sector de telecomunicaciones ha sido muy golpeado principalmente por tres factores: se tuvo que adaptar al cambio de los hábitos en el consumo de los usuarios, lo que se tradujo en un menor uso de telefonía móvil; por tanto, una reducción de ingresos en los segmentos de pre y pospago.
La otra causa es que la permanencia de las familias en sus hogares, por la pandemia de la Covid-19, generó un incremento en la demanda de tráfico; por ello, la empresa amplió su capacidad de internet hasta un 70%, lo que implicó mayores costos, señala la telefónica. “Se duplicó el uso de datos en las casas requiriendo inversiones en más enlaces internacionales, mayor uso de video para clases, mayor uso de teletrabajo. El ocio se volcó a plataformas de streaming de video, todo con el requerimiento de inversión constante en equipos y trabajo constante de nuestro personal”, afirma la telefónica.
Añade que a raíz del coronavirus y sus efectos (caída del empleo y cierre de negocios) hubo una contracción en los ingresos de las operadoras.
“Las cobranzas se vieron afectadas en gran medida: el índice de incobrabilidad llegó hasta el 80%. En lo que va del 2021, continuamos en un esquema muy similar”, afirmaron en Tigo
Clifford Paravicini, exdirector de la Autoridad de Regulación de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), afirmó que la caída de las utilidades se debe a la mora en el pago de las cuentas de internet de la gran masa de usuarios.
“Las compañías viven más del usuario pequeño que del grande, y hay una mora. Además, no han podido recaudar lo suficiente en relación a las inversiones hechas por Entel, Tigo y Viva, en el que no tienen el retorno de la inversión hecha y el ingreso se reduce”, dijo.
Paravicini aseguró que este año la situación puede mejorar, aunque está el riesgo latente de la tercera ola de Covid-19.
El vicepresidente del Colegio de Economista de Santa Cruz, Juan Pablo Suárez, explicó que en general existe una mora elevada en los servicios, ya que la gente al bajar sus ingresos demora el pago de internet, agua y luz.
Aunque aclaró que en los balances de las empresas éstas se constituyen en cuentas por cobrar.
La atención en Tigo
Servicio Por la alta demanda de servicios desde el inicio de la pandemia, Tigo apostó a la digitalización en sus canales de gestión, con el fin de que el usuario no tenga que ir a sus oficinas para hacer el trámite.
Expansión Tigo anticipa que este año alcanzará 20.000 kilómetros de fibra y coaxial, una red móvil y fija que está en continua ampliación, hecho que dará la posibilidad de que al menos 1,3 millones de hogares se puedan conectar a sus servicios. Además, la telefónica aumentó presencia en el área rural con nuevas radiobases.
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